La libertad


La Libertad es uno de los bienes más importantes con los que contamos los seres humanos. Tiene sin duda una enorme utilidad práctica. A mayor libertad, mayor seguridad y prosperidad.




  La capacidad de tomar decisiones permite a los individuos probar nuevos caminos y buscar constantemente una mejoría. Por esta razón las naciones que tienen mayor desarrollo y bienestar son también las que gozan de mayor Libertad.



  La Libertad, sin embargo, es mucho más que un simple factor para promover la convivencia o la prosperidad. Sin Libertad no hay dignidad. Donde no hay Libertad viven esclavos.




  La idea de la libertad ha ido adquiriendo a lo largo de la historia de la filosofía matices diversos, incluso contradictorios.


LA LIBERTAD EN EL MUNDO ANTIGUO:

  La reflexión ética entra en el pensamiento griego con Sócrates. Piensa que el hombre tiende necesariamente al bien. El hombre virtuoso es el sabio, ya que conoce mejor que nadie los medios para alcanzar el bien. Para conseguir la libertad es necesario conocerse a sí mismo con el fin de liberarse de las trabas interiores.

Los griegos abordaron el concepto en sus múltiples dimensiones. Consideraron el orden cósmico que asignaban al destino, la importancia de la autonomía política y la libertad individual, desembarcando inequívocamente en el dilema moral que subyace en la profundidad del concepto de libertad.

  En el mundo griego, la libertad se sitúa en un ámbito político y social, directamente relacionada con su dimensión moral. El sentimiento de libertad se percibe primariamente como el poder de participar y administrar la vida y organización de la Polis. Esta libertad, entendida como autonomía e independencia, capacita al hombre para regir su propio destino y enfrentarse con un orden cósmico predeterminado. La libertad es, por tanto, lo propio del sabio que comprende y acepta el orden cósmico o el destino, que ya no son tenidos como fuerzas coactivas.


   Por su parte, Platón entiende la libertad del hombre como directamente relacionada con la ética y con el dominio sobre nosotros mismos. Aparece también en Platón la idea de que el hombre, en cuanto libre, es creador de su propio destino, y la libertad se funda en una voluntad libre: "Gracias a su dominio de sí mismo y su moderación, ha sometido a lo que producía el vicio del alma y dado libertad a lo que producía su virtud".



  Aristóteles conceptualizó la libertad como la tendencia natural del hombre que lo conduce a ser feliz. En virtud de esa definición la libertad está en relación con la autonomía, que aunque lleva limitaciones de representación ético, constituye la concepción de actuar dentro de un código moral para la cual el hombre el hombre ha de tener plena conciencia o razón de internalizar este valor pero en el margen que establece la ciudadanía sentido político conforme a la ley del Estado.


  Aristóteles considera al ser humano de por sí libre y desigual, ya que rechaza la posibilidad de participación a las mujeres y a los esclavos en la polis. Además distingue entre iguales [los ciudadanos de la polis] un grado de diferencia en el estatus del gobierno de la polis: la virtud.

  "De las virtudes a unas las llamamos intelectuales y a otras morales: intelectuales a la sabiduría, la comprensión y la inteligencia; morales, a la generosidad y la templanza."


    En Aristóteles, la libertad se inscribe dentro de la problemática del acto voluntario: "Lo voluntario parece ser aquello cuyo principio se halla en el agente que conoce todas las circunstancias particulares de la acción". La libertad se coordina con la autonomía, el orden natural y la moral. Su análisis de la libertad se acompaña con una doctrina de la elección voluntaria. Para que se dé un acto libre hace falta elección consciente: "El hombre libre es causa de sí mismo". Distingue la voluntad libre , en sentido ontológico , de la mera espontaneidad. De este modo, los intereses éticos de la filosofía lleva a revalorizar la libertad frente a la aceptación consciente de la necesidad universal, determinada por una razón inmanente.


EL ADVENIMIENTO DEL CRISTIANISMO: 

   Supuso una nueva concepción y una mayor profundización de la libertad, una perfecta y verdadera libertad moral, desconocida para los antiguos. La voluntad es, ante todo, libre de coacción, pero este concepto de coacción adquiere un nuevo sentido moral, y es la relación conciliadora de la perfecta libertad, mediante la gracia, lo que enmarca este pensamiento. La nueva concepción teológica interpreta que la verdadera esclavitud del hombre es el pecado. La gracia divina es la que libera al hombre de esta esclavitud interior (el pecado), porque sin la libertad del hombre no sería concebible el pecado y su liberación o Redención, que es lo que da al hombre la posibilidad de la perfecta libertad espiritual.

  San Agustín distingue entre libre albedrío, como posibilidad de elección, y libertad propiamente dicha, como la realización del bien con vistas a la beatitud. La definición agustina de la libertad comporta dos elementos: autodeterminación de la voluntad y orientación al bien. Se esfuerza para conciliar la gracia y la libertad con razones también filosóficas, afirmando la colaboración de la voluntad humana y la iniciativa divina en la salvación humana.


  Para Santo Tomás de Aquino, la raíz intrínseca de la indeterminación objetiva de la voluntad está en el conocimiento intelectual del que se deriva su elección: "La raíz entera de la libertad hay que ponerla en la razón . y según algo se comporte respecto a la razón, así se comporta respecto a la libertad". EL dominio que la voluntad tiene sobre sus actos está en e poder reflexivo de la razón, por el cual ésta es dueña de sus propios juicios. La voluntad ha de seguir el juicio práctico que elabora el entendimiento. La libertad del hombre requiere no sólo que la voluntad esté libre de coacción, sino que el intelecto aprehenda el bien, objeto de la voluntad. La voluntad del hombre tiende al bien universal, y para alcanzar éste ha de elegir los medios, una vez que el entendimiento le ha presentado el bien a la voluntad. De este modo, entiende por libertad de arbitrio la libre determinación electiva de la voluntad, que elige el bien o la apariencia de bien: " Querer el mal no es libertad, ni especie de libertad, aunque sea cierto signo de ella". Aunque el hombre tiende al bien, puede elegir el mal pensando que es un bien. Pero el hombre es más libre moralmente cuando sigue lo bueno.


PARA LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

  El estudio de la libertad es la piedra de toque de la Antropología filosofía, por cuanto que la libertad constituye un tema clave en la interpretación del hombre. Además, todos los pensadores, de todos los tiempos la han considerado a lo largo de la historia. No obstante, hay una variabilidad histórica en la forma de contemplar este tema.

  La libertad humana, núcleo y centro de todos los problemas antropológicos que, directamente o indirectamente, hacen alusión a esta problemática, requiere una contextualización adecuada para su consideración. En este sentido, el enfoque propio de la Antropología actual nos remite al ámbito biológico para, desde allí, examinar la reflexión filosófica sobre este tema, porque la biología misma va a constituir un cierto preámbulo a la noción misma de libertad del hombre. Sin embargo, hay que apelar a la prueba de la experiencia de la libertad. Desde un punto de vista estrictamente filosófico, esta prueba directa e inmediata es la conciencia de la propia libertad. EL hombre se hace cargo de sus situaciones y tiene conciencia de que las resuelve libremente, en virtud de su experiencia, es decir, que la persona que vive en libertad es consciente de que decide libremente, aunque nuestra libertad no sea tan amplia como pensamos o quizás sobre nuestras decisiones libres pesan los condicionamientos sociales y físicos, las situaciones que ya nos vienen dadas.  Esta prueba directa de la conciencia de nuestra propia libertad nos lleva a plantearnos los fundamentos en que se apoya la libertad.

 Para encontrar el fundamento de la libertad, la antropología actual (Scheler, Gehlen) propone partir del aspecto biológico de este término, para establecer, desde allí, una síntesis entre la dimensión biológica y la filosófica y situar adecuadamente la reflexión sobre la libertad humana.


(si le interesa este tema puede seguir leyendo al respecto en el siguiente link: http://www.mercaba.org/DicPC/L/libertad.htm)






2 comentarios:

  1. BIBLIOGRAFÍA:

    http://sergicastanye.com/2013/10/14/libertad-e-igualdad-en-aristoteles-y-hobbes/

    http://www.buenastareas.com/ensayos/Libertad-Segun-Aristoteles/381886.html

    http://www.caminosdelalibertad.com/quienes

    http://www.mercaba.org/DicPC/L/libertad.htm

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  2. También te puede interesar los siguientes links:

    http://www.argenpress.info/2010/11/la-libertad-antropologica.html

    http://www.acfilosofia.org/materialesmn/filosofia-y-ciudadania-3013/filosofia-moral-y-politica-democracia-ciudadania/616-repaso-historico-del-concepto-de-libertad

    http://intrahistoria.com/la-idea-de-libertad-en-la-edad-media/

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